“Conocer para Transformar”

Mandala: “Amor y Sanación” (E. Mónica Shocron B.)

Frase inspiradora:

“A primeira condição para modificar a realidade consiste em conhecê-la.”

(Eduardo Galeano)

 

“Si yo cambiara mi manera de pensar hacia los otros

Los comprendería

Si yo encontrara lo positivo en todos

Con qué alegría me comunicaría con ellos

Si yo cambiara mi manera de actuar con los demás

Los haría felices

Si yo aceptara a todos como son

Sufriría menos

Si yo criticara menos y amara más,

Evitaría estar enfermo

Si comprendiera plenamente mis errores y defectos

Sería humilde

Si al comprender mis errores y defectos tratara de cambiar

Cuánto mejoraría mi hogar y mis ambientes

Si yo cambiara el tener más por el SER más

Sería más persona

Si yo cambiara el sentir como yo para sentir como nosotros

Comenzaría la civilización del amor

Si yo cambiara los ídolos, Poder, Dinero, Sexo por DIOS

Comenzaría a vivir la felicidad

Si yo amara al mundo, lo cambiaría CAMBIANDO YO

Cambiando yo, CAMBIARÍA EL MUNDO

Sólo si intentas cambiar, podrás hacer un MUNDO MEJOR”(RudyardKipling)

 

Realidad… Es el mundo que nos rodea?

Las preguntas bailan en mi mente cuando pienso en ella y van generando movimiento en la mente y el corazón, que pone a mi ser en actitud para iniciar la búsqueda de repuestas;  para procurar conocerla, comprenderla… y tal vez,  en algún momento, transformarla si fuera necesario.

 

Pero…

Qué es la realidad? Podemos conocerla realmente? Es igual para todos? Somos todos conscientes de su existencia? Podemos definirla de una única manera? Cuántos tipos de realidades existen? Está sujeta a diferentes variables?...

 

Lo que puede inspirarnos, es saber que la realidad existe; que podemos percibirla, sentirla, pensarla…  y encontrar elementos que nos ayuden a captar su esencia, vivenciarla y ser parte de ella... ¿o ella de nosotros?

 

El primer impulso es pensarla como el mundo que nos rodea y cuestionarnos si su existencia es real o imaginaria; si la podemos cambiar; si es tal cual la vemos; si es igual para los demás…

 

Recorriendo la historia, muchos filósofos y pensadoresde todas las épocas -Heráclito, Parménides, Platón, Descartes, entre otros-  se han preguntado acerca de ella, trataron de explicarla, de llegar a la verdad a través de la razón… trataron de definirla de muchas maneras.

 

Pero básicamente, tal vez podríamos coincidir en que la realidad es todo aquello que somos capaces de percibir con los sentidos y comprender con la mente y el corazón; aunque es nuestra conciencia la que le dará consistencia  y autenticidad.

 

Conocer…

Conocer va más allá de acumular información; es comprometer nuestro ser íntegro en el acceso a la información del mundo que nos rodea, al que muchos llaman realidad. Es conocer no sólo con el intelecto, sino también con el corazón, con la intuición…

 

Conocer tal vez, sea también una actitud frente a la vida, una actitud que nos lleva a indagar, a hurgar en sus rincones preguntándonos, buscando y encontrando respuestas…

 

Conocemos de muchas manerasy cada modalidad del conocimiento es apenas una visión parcial de la realidad que vivimos y sólo con la suma e integración de todos los aportes, nuestra inspiración para la acción se manifestará plenamente y en expansión.

 

Algunas preguntas acerca del conocimiento…

Qué es el conocimiento?Cuántos modos de conocimiento existen? Los podemos diferenciar e integrar? Cómo ejercitamos cada uno de ellos? Cuál o cuáles prevalecen en nuestra vida cotidiana? Cuáles necesitamos expandir y fortalecer?

 

Qué hay de las teorías del conocimiento?

A través de la historia de la humanidad hemos pasado por distintos modos de conocer la realidad que nos rodea; pensadores y filósofos de todas las épocas, han expuesto sus visiones al respecto, desplegando diversas categorías del conocimiento y haciendo su aporte a través de múltiples modos y posibilidades para ver y conocer la realidad.

 

Las múltiples experiencias de lo que llamamos realidad, nos ha llevado a comprender que hay más de un camino para conocer…

 

Ken Wilber– destacado psicólogo transpersonal- nos habla de los “tres ojos del conocimiento” y nos brinda un aporte interesante que explica diferentes modos de acceder al conocimiento de la realidad, en un sentido amplio.

Para él, el ser humano tiene tres dominios:

1)   Carnal, que se ocupa del mundo material, del mundo físico

2)   Sutil, que se vincula con lo mental, lo intelectual, lo pensante, lo armónico

3)   Causal, que se relaciona con lo trascendente, lo espiritual, lo religioso y lo contemplativo.

Cada uno de estos dominios se corresponde con “Los Ojos del Alma”, de San Juan Buenaventura: el ojo de la carne, el ojo de la razón y el ojo de la trascendencia o contemplación.

De este modo, Wilber dice que el ser humano produce conocimiento a través de los ojos de estos tres dominios:

 

*Con el ojo de la carne accede a todo lo material y concibe el mundo a través de todo lo objetivable, lo mensurable, lo que puede cuantificar y todo, concebido dentro de la dualidad espacio-tiempo, que corresponde también, al reino empírico, al mundo de los sentidos, al mundo científico.

 

*Cuando se ubica en el ojo de la razón, el conocimiento se produce a través de las verdades filosóficas; de los procesos lógicos del pensamiento. Usando el ojo de la razón nos ubicamos en el reino racional, el de la hermenéutica, la filosofía, la fenomenología y la psicología, entre otras disciplinas.

 

*Con el ojo de la contemplación se producen dos niveles de conocimientos: el nivel inferior, en el que se ubican los fenómenos síquicos o paranormales y el nivel superior, donde desaparece la concepción espacio-tiempo, en el que el ser humano es uno con la Conciencia, es uno con su esencia divina y, desde este dominio entonces, accede a las realidades trascendentales y al conocimiento de las enseñanzas religiosas y espirituales de los grandes profetas y Maestros. A través del ojo de la contemplación estamos frente al reino contemplativo del espíritu.

 

Ken Wilber hace una reflexión muy interesante que se refiere al “Error Categorial”.  Desde esta perspectiva, querer comprender o explicar un dominio a través del ojo de otro dominio, indefectiblemente, nos conducirá a errores apreciativos, que impedirán claridad ante cualquier intento de acceder al conocimiento de la realidad del dominio en el cual nos hemos ubicado para comprenderlo.

 

Y si buscamos ejemplos, la vida nos mostrará una amplia diversidad que

– seguramente-  nos resultará familiar. Cuántas veces habremos presenciado discusiones sin final, acerca de cuestiones del mundo físico, pretendiendo ser explicadas o conocidas por medio del ojo de la contemplación… o viceversa.

 

Pero me gustaría focalizar la atención en el conocimiento holístico, en ese conocimiento que integra los mundos físico, el de las ideas, el de los sentimientos y emociones, el mundo del espíritu y el de la creatividad e inspiración.

 

El conocimiento holístico nos lleva a la comprensión corporal y física, de la realidad concreta; el conocimiento lógico nos sumerge en las profundidades intelectuales, del pensamiento, la filosofía. El conocimiento intuitivo nos brinda acceso a toda la información transpersonal que nuestro ser capta de modo casi espontáneo, con un nivel de comprensión que trasciende nuestra mente finita y se conecta con niveles superiores de nuestra conciencia.

 

El corazón y nuestra sensibilidad nos llevan a un conocimiento que nos abre las puertas al mundo de los sentimientos profundos y nos permite captar lo esencial, lo transpersonal y trascender las barreras intelectuales.

 

El cuerpo es un gran receptor de datos codificados que dan forma a un lenguaje que va más allá de las palabras; un lenguaje rico y maravilloso que rellena los espacios en blanco de las palabras, capaz de generar claridad en nuestra mente para que florezca en nuestra conciencia el descubrimiento de aquellas verdades a las que no podemos acceder sólo intelectualmente y que van generando acciones certeras, capaces de inspirar cambios luminosos a lo largo de nuestro camino personal y del camino compartido.

 

Como seres humanos, hemos recorrido muchos caminos para tratar de comprender la realidad y el mundo que nos rodea. Hemos recurrido a diversas fuentes de información que nos fueron dando acceso a distintos aspectos de la realidad. Hemos apelado a fuentes concretas y fuentes abstractas; a fuentes que nos conectan con el mundo físico, con el intelecto, con el espíritu y con la inspiración.

 

Cada fuente nos ha aportado también, datos necesarios para comprender nuestra realidad inmediata y mediata; para comprender los procesos de la vida y sus transformaciones ineludibles.Tal vez, también nos ha permitido acceder a aquellas realidades más intangibles, que escapan de los horizontes cercanos  y de las posibilidades empíricas.

 

A lo largo de nuestra historia, como familia humana, se ha hablado del conocimiento religioso, el conocimiento científico, el empírico, el intuitivo, el filosófico… Todos son válidos, todos nos acercan a la comprensión de algún aspecto de la realidad.

 

Es decir, que a la hora de hacer cambios, grandes o pequeños, sus aportes nos facilitarán mejores elecciones de recursos, oportunidad y modalidades para llevarlos a cabo.

 

De un modo u otro, seamos o no conscientes de ello, usamos todos los tipos de conocimientos; tal vez, algunos más que otros… pero todos despliegan en algún momento, su relevancia y potencial.

 

Conocemos con el corazón cuando logramos establecer empatía; cuando nos ponemos en los zapatos de los otros; cuando logramos ser, por un momento, ese otro ser que queremos conocer.

 

Conocemos con el corazón cuando somos capaces de expandir nuestra sensibilidad hasta captar las sutilezas de otras identidades; cuando logramos percibir a los demás desde nuestra sensibilidad profunda, captando sus realidades, vivenciándolas, captando sus esencias diversas hasta comprenderlas plenamente.

 

Conocer con el corazón nos descubre la maravillosa diversidad de la que apenas somos unapequeña parte; porque somos tan sólo una pieza del gran engranaje, en el que cada ser es una parte tan necesaria como importante para el funcionamiento global.

 

Este modo de acceder al conocimiento de la realidad global, diferenciando todas las identidades que forman parte de ella, pone a nuestro alcance recursos impensados para una certera transformación de la realidad presente, orientada en todo momento, hacia el mayor bien, que es el bien común.

 

Además, es imposiblepensar en una transformación global, absteniéndonos de la transformación personal; esa pequeña transformaciónquese vuelve primordial y que nos lleva al conocimiento esencial de las partes del todo, para que luego fluya la transformación mayor.

 

Toda transformación global adquiere validez y sentido, cuando emana de aquellas transformaciones silenciosas, conscientesy profundas que se manifiestan en cada una de las partes del todo.

 

Cuando cada uno de nosotros, con plena conciencia y corazón es capaz de trasformase a sí mismo y transformar surealidad, el mundo que lo rodea se transforma naturalmente, manifestándose comoun proceso evolutivo, que va de adentro hacia afuera, volviéndose tangible, visible, real.

 

Evolución, es esa esencia vital que nos anima a transformarnos y transformar; a entregarnos al cambio desde nuestras profundidades y con toda conciencia. Y, como decía Teilhard de Chardin, la evolución tiende a conseguir “unos ojos cada vez más perfectos en un mundo en el que hay siempre más que ver”…

 

HOY es el momento oportuno para que tomemos la decisión de producir la alquimia,  para que decidamos hacer esa transformación esencial, en la que materia y espíritu se dan la mano en el proceso.

 

HOY, es el momento para comprender que las transformaciones son cambios que restauran el orden y la armonía perdidos, en el mundo físico, en la mente  y en nuestro mundo humano.

 

HOY, es el momento para que nuestras transformaciones como seres  humanos, se manifiesten como la gran transformación de la conciencia; para que transitemos y vivamos ese estado de “ser conscientes que somos conscientes”.

 

HOY, es el momento para situarnos en una nueva perspectiva que nos permita ver otras perspectivas. Todos tenemos la misma posibilidad de optar por la transformación profunda y la expansión de la conciencia para poder hacer el cambio de paradigma que necesitamos como gran familia humana, planetaria y universal.

 

HOY, es el momento de “decidir”,  de dirigir voluntariamente nuestros pasos en esa dirección.Porque recordemos que las grandes transformaciones de la humanidad comienzan por la transformación personal.

 

Esther Mónica Shocron Benmuyal

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Distinción otorgada por Mil Milenios de Paz y Fundación Paz, Ecología y Arte

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