Mandala “El Milagro de la Luz” (E. Mónica Shocron B.)

Frase inspiradora:

Na adversidade é muitas vezes conveniente tomar um caminho atrevido." (Séneca)



El Milagro de la Luz”

En tiempos de crisis… sostener nuestra fortaleza espiritual



Había una vez…

Así comienzan todas nuestras historias de vida, la que vamos escribiendo con el corazón, con las experiencias, los alientos y los desalientos.

Todas nuestras historias son creativas, nos vinculan con historias lejanas, con las historias de la gente común y de la gente extraordinaria.

Y así somos nosotros también… por momentos, pasamos inadvertidos, pero en otros, nos volvemos notorios y extraordinarios.

De esto se trata la vida…

De un ir y venir por las experiencias, sembrando semillas de luz en nuestro propio sendero; aprendiendo y desaprendiendo para volver a empezar y avanzar un poco más, en ese camino de ascenso que nos propone nuestra propia evolución como seres humanos, como seres llenos de luz, como seres terrenos y espirituales.

Nuestra búsqueda continúa. El camino se va dibujando a cada paso y nuestro punto de partida es siempre, justo donde nos encontramos ahora.

Quiero rescatar ojos nuevos para ver las viejas formas, oídos más sensibles para escuchar más profundo y expandir mi percepción para ir más allá del ego.

Quiero que exploremos juntos… que nos demos cuenta que siempre es posible ver “el vaso medio lleno” en lugar del “vaso medio vacío”; que las respuestas están ahí, a nuestro alcance; que siempre hay una nueva oportunidad que nos está esperando para darnos la bienvenida e inspirarnos para continuar el camino; que las dificultades son desafíos y oportunidades para hacer ajustes, transformar y evolucionar.

La evolución precisa de pasos pequeños, firmes y continuos; cada nuevo paso va buscando una vibración superior a la del paso previo, llevándonos a nuevos niveles, pero sólo, cuando hayamos completado el nivel anterior, permitiendo el fluir de la energía para que ella nos sustente en todo momento.

Las preguntas siempre aparecen y sus respuestas, también; es apenas, una cuestión de entrega, confianza y sintonía.

La propuesta ahora, es recuperar y sostener nuestra sintonía armónica ante cualquier circunstancia; es dar crédito al milagro de esa luz que emana de ella. Quizás éste sea nuestro actual desafío y nuestro siguiente paso.

Cómo caminar en dirección hacia nuestra “Sintonía Armónica”?

(Ver algo más sobre Sintonía, en el aporte anterior - Marzo 2018)

El camino comienza por un paso. Dar ese primer paso nos lleva a recuperar el silencio, el oído, la visión, la percepción y las palabras conscientes.

*Recuperar el silencio para poder escuchar antes de hablar, es el primer paso para aprender a comunicarnos; para hacerlo desde su significado esencial: activar la comunión.

*Recuperar el oído para aprender a escuchar sin filtros ni preconceptos.

*Recuperar la percepción para captar lo que está más allá de las apariencias

*Recuperar las palabras conscientes para transformar realidades destructivas en otras que manifiesten sintonía armónica.

Luego, expandir nuestra conciencia para poder recuperar la “inspiración”, la creatividad, la coherencia y nuestra “espiritualidad”.

Permanentemente, casi como un proceso naturalmente humano, buscamos la armonía y el equilibrio y para eso, necesitamos nacer cada día, parirnos a nosotros mismos una y otra vez, hasta manifestar todo el potencial de nuestro ser creativo, aceptando previamente el conflicto y la tensión como una oportunidad para encontrar nuestro sentido de ser.

Recuperar nuestra Espiritualidad

A qué llamamos “espíritu”?

Si vamos a la etimología, diremos que proviene del latín, “spiritus” que significa “respiro” y todo lo vinculado con el aire. Si consideramos la traducción al griego como “pneuma”, diremos que se relaciona con el “aliento”, la “respiración”, el “espíritu”.

De una manera u otra, podemos considerar que es la fuerza de la vida, es la chispa de vida que enciende y activa nuestro cuerpo físico; es el aliento que anima a todas las criaturas, es la esencia. Es el “ruach” del Antiguo Testamento… es el soplo Divino que da vida a las criaturas, que aparece en la Biblia.

La espiritualidad se manifiesta en nosotros cuando somos conscientes de esta fuerza de vida que nos anima; que -a la vez- es una cualidad que nos lleva a comportamientos coherentes con valores éticos y con la conciencia plena de nuestra unidad “cuerpo-mente-emociones-espíritu”.

Recordemos también, que existe una conexión natural entre esencia y forma, entre cuerpo y espíritu; cuando se interrumpe, nos desconectamos de nuestra propia espiritualidad. Y es, en ese preciso instante, en el que aparece el llamado urgente a restablecer esa conexión, para recuperar nuestra unidad coherente y volver a nuestra sintonía armónica.

Espiritualidad

Espiritualidad es cierto estado de conciencia. Es un estado de gracia que uno obtiene dentro de su propio corazón y que debemos encontrar por nosotros mismos”. (Sri Ram).

Muchas veces percibo que al hablar de espiritualidad, la creencia generalizada la asocia con religión o con ciertos estereotipos que incluyen un sistema de vida “bucólico”, un tipo especial de vestimenta, comportamientos sectarios, modos de vida excluyentes… entre otros aspectos.

Pero la espiritualidad va más allá…

Está vinculada a la expansión de la conciencia; a la conciencia integradora; a reconocernos como seres humanos, espirituales y planetarios y también, reconocernos en los otros seres. Se relaciona con ser coherentes y sostener conscientemente nuestra sintonía armónica.

Y como dijo Deepak Chopra, “Religión es creer en la experiencia del otro. Espiritualidad es crear y tener tu propia experiencia”.

En la India, existe una enseñanza popular que habla de las cuatro leyes de la espiritualidad:

1 La persona que llega es la persona correcta.

2 Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido.

3 En cualquier momento que comiences es el momento correcto.

4 Cuando algo termina, termina.

Ahora, démonos la oportunidad para focalizar nuestra atención en cada una de estas leyes; dejemos que se despliegue nuestra conciencia para poder comprender el significado profundo de cada palabra. Es parte de este desafío, que va marcando los pasos a seguir en esta etapa, en esta búsqueda de sentido frente a lo que aparece como obstáculo o dificultad, para seguir el camino y encontrar esa chispa de luz, que nos traiga mayor claridad para trascender aquellos patrones obsoletos.

Recordemos también, que Orar es hablar con la parte más profunda de nuestro ser. Meditar, es escuchar su respuesta”, como lo dijo Jean Lévesque.

Por esto, tal vez meditar pueda ser una práctica cotidiana para que incorporemos en nuestras rutinas… Existen modos simples de hacerlo que facilitan nuestra reconexión con la armonía perdida.

Y entonces… para qué la espiritualidad? En qué nos ayuda en tiempos de crisis?

Nos ayuda a reconocer conscientemente esa fuerza de la vida llamada espíritu; esa chispa vital que nos anima, esa puerta que se nos abre hacia la claridad en los momentos difíciles, para reencontrarnos con la conexión perdida, con la inspiración orientadora, con nuestra creatividad y nuestro sentido de ser.

Fortalecer el espíritu es sostener nuestra fortaleza espiritual

La fortaleza espiritual es la voluntad activa para sostener la conexión con lo esencial; es la sintonía armónica en acción y la decisión de vivir en coherencia con ella ante cualquier circunstancia. Fortalecer el espíritu es renovar permanentemente esa voluntad de conexión, pase lo que pase en nuestro mundo cotidiano; es fundirnos en el espíritu trascendiendo el ego.

Caminar hacia una sintonía armónica

Es de alguna manera, un llamado para sostener el justo equilibrio entre cuerpo, mente, emociones en conexión con el espíritu.

Y en esto de la sintonía armónica, también la palabra es tan importante como el silencio. Las palabras vibran, despliegan sus energías que van dejando huellas, que van marcando una orientación, una dirección. Las palabras crean realidades y somos responsables de cada palabra que pronunciamos o escribimos… y también, de las que pensamos, porque ellas crean realidades.

Es decir, somos responsables de las realidades que creamos.

Palabras conscientes, un desafío para crear realidades

Las palabras construyen o destruyen; vibran, tienen vida; las palabras transforman realidades porque también las crean. Nuestro desafío en esta parte del camino, es ser conscientes de las palabras que usamos, ser conscientes de sus efectos, su fuerza y su poder. Es caminar hacia adentro y despertar esa conciencia latente de la fuerza sonora y creativa de las palabras.

Las palabras “con corazón” vibran en el aire, gozan de libertad, llegan a los corazones de quienes las escuchan; son inspiradoras, poderosas… son las que pueden gestar acciones congruentes, compromisos activos, respeto por la diversidad; son las que pueden ayudar a transformar las conciencias y a veces, hasta pueden parecer mágicas!!! (Ver edición Diciembre 2015- link Educación)

En tiempos de crisis, cuando todo parezca perdido, recordemos que tenemos siempre una alternativa que aguarda a ser descubierta por nosotros..

Recursos simples, como profundizar nuestra sensibilidad, proponernos ver las situaciones y dificultades con nuevos ojos y mirada renovada, entrar en espacios de silencio diariamente, escuchar antes de hablar, darnos tiempo para elegir nuestras palabras y crear con ellas nuevas realidades fortalecerán nuestra espiritualidad y sustentarán nuestra sintonía armónica en tiempos de tempestades.

Date siempre un tiempo para cerrar tus ojos por unos instantes y abrir plenamente el corazón… Seguramente, podrás escuchar esa voz que te dará claridad para ver cuál es tu siguiente paso para seguir tu camino. Que las dificultades no detengan tu marcha; siempre hay una luz para que puedas renovar tu visión y continuar la marcha con sabiduría y con fe.

Esther Mónica Shocron Benmuyal

Embajadora de Paz

Distinción otorgada por Mil Milenios de Paz y Fundación Paz, Ecología y Arte

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