Mandala
“Guardianes de la Vida” (Esther Mónica Shocron B.)
“Balances
y rescates honrando la vida”
Frase
inspiradora:“Somosmais sensíveis ao que é feito
contra os costumes do que contra a Natureza” - Plutarco, 100 d.
C.
Antes
de comenzar, entremos en sintonía
El
hábito de silenciarnos y aquietarnosantes de iniciar alguna
actividad que nos pide “presencia” y atención
plena, nos abre a la escucha auténtica, a la percepción
y a la sintonía grupal. La sintonía grupal nos permite
una comunicación profunda -con nosotros mismos y con los
demás- y nos da acceso libre a la inspiración, a la
co-creación, a la claridad de pensamientos, la productividad y
la eficiencia.
Es
por eso que una vez más, nos propongo -antes de seguir
adelante recorriendo este espacio virtual -cerrar los ojos un
instante, relajar el cuerpo, aquietar la mente y abrir el corazón
para entrar en sintonía con la sabiduría del alma y
poder entregarnos a esta nueva oportunidad para indagar, reflexionar,
descubrir y co-crear.
Respiremos
juntos, hallemos un ritmocomún, nuestro pulso grupal.
Co-creemos la magia de este nuevo encuentro…
La
aventura de caminar el 2020
Estamos
llegando casi al cierre de un año muy especial, lleno de
anécdotas; un año que nos ha conmovido a los seres
humanos de todo el planeta; un año intenso que ha despertado y
profundizado nuestra sensibilidad frente a la vida y la muerte;
frente a las certezas y las incertidumbres; frente a los hábitos
y modos de vivir y frente a los cambios casi obligados. Un año
que nos ha llevado a cuestionarnos, a reflexionar, a conectarnos con
nuestras fuentes de inspiración, para poder seguir adelante,
honrando la vida.
La
vida, de algún modo, nos puso en pausa, como si nos obligara a
entrar en un “año sabático”, impulsándonos
al silencio, al repliegue, a mirarnos hacia adentro, a estar a solas,
para poder entregarnos abiertamente a un diálogo con el alma,
un diálogo sincero y despojado de ego.
Esta
experiencia es, tal vez, uno de los desafíos más
importantes de estos tiempos; es un llamado al “reencuentro”
con nuestra esencia, con nuestra pureza originaria; con nuestra
calidad humana, con nuestra receptividadamorosa y nuestros
sentimientos profundos, libres de interferencias perturbadoras, de
pensamientos enmarañados, de miradas oscurecidas y corazones
descorazonados.
Quizás,
este viaje hacia el interior de nosotros mismos sea una de los nuevos
hábitos esenciales para los nuevos tiempos que ya estamos
transitando.
Hagamos
un paseo consciente por el 2020…Un
paseo por este año lleno de aprendizajes, de momentos de mucha
sensibilidad; un año que nos llenó de preguntas, de
dudas, de búsquedas; que nos puso frente a realidades
profundas, a cuestionamientos existenciales, a cambios inesperados y
tanto más.
Si
recordamos nuestros muchos “instantes de vida 2020”,
seguramente encontraremos algunos llamados de atención para
recalibrar nuestra mirada, yalgunos destellos de luz para ayudarnos
“a ver” mejor y más claramente.
Percibo
que todos nos hicimos muchas preguntas, a veces silenciosamente y
otras, a viva voz. Hemos detenido el movimiento, entrado en pausas
más de una vez y nos hemos quedado con la mente embarullada
por tanta información “cierta-incierta”, o a
veces, la mente quedó “en blanco”, en espera de
nuevos datos.
Pero
más allá de las emergencias, la vida no se detuvo ni un
momento y la naturaleza siguió su rumbo, mostrándonos
nuevos ritmos y adaptándose a las nuevas circunstancias,
haciendo cambios –sutiles algunos y visiblesotros- para poder
sostener la vida planetaria.
Para
nosotros, los seres humanos, los cambios resultaron más
difíciles; los niveles de resiliencia fueron diferentes en
unos y en otros; el modo de adaptarnos mostró variantes y
abandonar el mundo conocido, quebrar hábitos, desapegarnos,
hacer transformaciones… todo eso, tuvo múltiples grados
de dificultad.
El
cambio de hábitos chocó con las viejas costumbres
y,aquellos modos de vida que nos anclaban a nuestras zonas de
confort, entraron en conflicto.
Pero
detrás de todo esto, de esta aparente oscuridad, aparecieron
destellos de luz como“señales-guía” para
ayudarnos a descubrir los cambios inminentes y necesarios para
seguirsosteniendo lavida humana y planetaria.
Y
así podemos comprobar, que detrás de cada circunstancia
crítica, hay una oportunidad para volvernos a inspirar.
Indaguemos
con la mirada curiosa y la mente abierta
Nacimos
en este planeta que nos ha recibido generosamente y se ha
transformado en testigo de nuestros caminos personales, de nuestros
aprendizajes, nuestras experiencias, aciertos y desaciertos; un
planeta que nos habla abiertamente pero que a veces, pareciera que
nos resulta difícil aprender a escucharlo.
Este
planeta merece nuestra atención, nuestro cuidado, y nosotros
necesitamos darnos cuenta de esto, encontrandolas formas de expresar
nuestra gratitud por tan generosa hospitalidad. Recordemos que
cuidándolo, nos cuidamos y cuidándonos, cuidamos a
nuestro entorno en su totalidad.
Somos
seres sensibles -no hay dudas de esto-; nos conmovemos fácilmente
ante diferentes situaciones en la vida… y esto es bueno!
Abramos el corazón para expresarnos; despertemos nuestra
conciencia para darnos cuenta que somos guardianes de la vida
planetaria.
Un
paseo por la memoria:
Recordemos
que… Cada
uno de nosotros ha llegado a este mundo para ocupar un lugar especial
dentro del contexto global; eseque lleva nuestro nombre; ese que si
no lo ocupamos, queda vacío.
Recordemos
que…Cada
uno de nosotros tiene un camino personal;un camino con corazón,
único y especial, que nos lleva hasta nuestro destino; allí
donde plasmamos nuestra obra, donde dejamos nuestra huella.
Recordemos
que…Nuestro
lugar en el mundo es como un anillo al dedo: nos calza justo y
cómodamente. Es ese lugar al que arribamos recorriendo nuestro
camino personal; está en nosotros -transcendiendo
geografías-en esa dimensión que solo percibimos con los
ojos del alma.
Recordemos
que… Recorrer
nuestro camino personal nos llena de felicidad, vitalidad y plenitud;
nos hace sentir alegría y sonreír sin motivo aparente.
Cuando estamos en nuestro lugar personal irradiamos luz y sentimos
esa fuerza poderosa que nos da la “libertad de ser”.El
camino y el lugar siempre están asociados; uno marca el
recorrido y otro, el espacio dimensional en el cual nos expresamos y
en elqueverdaderamente, honramos la vida.
Recordemos
que…Cada
caminante tiene su camino yninguna otra persona puede recorrerlo en
su lugar.
Recordemos
que… Si
nosotros intentamos andar el camino de otros veremos que la alegría
se desvanece;tropezamos, nos atascamos en alguna parte, nos enojamos
con facilidad, nos llenamos de dudas, perdemos la confianza en
nuestra sabiduría interior y también, nuestra
vitalidad.
El
camino personal es un camino diseñado a nuestra medida, para
poder hacer nuestras experiencias; en él están dadas
las condiciones necesariaspara poder expresar nuestros dones y,
también, completar nuestros aprendizajes de vida.
Y
recordemos también, que… Somos
responsables de esa porción del universo que va asociada a
nuestro lugar personal, yque todo lo que ocurra allíes nuestra
responsabilidad -y esta, es indelegable-.
Dicho
todo esto, comencemos a preguntarnos para descubrir…
Comprendamos
que quien
no se pregunta, quien no duda,quien no se da la oportunidad de
cuestionarse y reflexionar queda anclado en su zona de confort y
elije quedarse allí, aunque esa elección “no haga
cantar a su corazón”.
El
ejercicio cotidiano de preguntarnos
Las
preguntas despiertan y activan la mente; profundizan nuestra
capacidad de observar, escuchar, sentir, percibir. Las preguntas nos
ponen en acción consciente y en actitud exploradora. Son un
incentivo parala búsqueda, el descubrimiento, el hallazgo,la
transformación, la renovación y la adaptación a
los nuevos contextos.
Algunas
preguntas surgidas durante este paseo por “el 2020”
Cada
una de ellas puede ayudarnos a refrescar y recalibrar nuestras
miradas. Al preguntarnos vamos abriendo nuevos espacios y
descubriendo nuevas posibilidades y alternativas para reconectarnos
con nuestro lugar en la vida, con nuestra tarea de recomponer esa
porción del universo que es nuestra responsabilidad, sin
perder de vista que vivimos en un contexto compartido.
Y
aquí van las preguntas…
En
estos meses del 2020,
*¿Hemos
reconsiderado nuestras prioridades en la vida cotidiana?
*¿Qué
tan fácil nos resultó adaptarnos a las circunstancias y
nuevos contextos? En qué aspectos de la vida diaria?
*¿Qué
hábitos se volvieron obsoletos en todos estos meses?
*¿Qué
sensaciones prevalecieron en nuestro día a día?
*¿Cuáles
fueron nuestras urgencias, nuestras auténticas necesidades?
*¿Cuáles
fueron nuestras nostalgias más cargadas de amorosidad?
*Cuáles
fueron nuestros reclamos más frecuentes?
*¿Cuáles
fueron nuestros enojos más reiterados?
*¿Cuáles
fueron los hábitos incorporados en lo cotidiano que “nos
hicieron bien”?
*¿En
qué aspectos de la vida cotidiana nos sorprendimos sonriendo
“porque sí”?
*¿Nos
hemos preguntado cómo queremos que sean nuestras vidas a
partir de estas experiencias “2020”?
Posiblemente,
ya hemos comenzado a respondernos algunas de estas preguntas, tal vez
con titubeos, tal vez con certeza y claridad. Quizás, hayan
aparecido otras preguntas en nuestra mente....Lo importante es que el
movimiento continúe, que podamos ver las señales y
hacer los cambios para seguir el camino.
En
este recorrido por el “2020”, tal vez hemos hecho algunos
descubrimientos…
*Hábitos
que se volvieron obsoletos, que perdieron sentido para nuestras
vidas; quizás, adquirimos otros nuevos, que nos hicieron bien
y nos hicieron sonreír “porque sí”.
*También
habremos descubierto lo urgente, lo esencial, lo que nos
resultaimprescindible para la vida cotidiana… y que
probablemente antes, no le habíamos dado importancia o había
quedado oculto para nuestra mirada.
Si
nos tomamos unos minutos más para continuar con nuestra
reflexión,podremos ver que…
La
naturaleza fue poniendo al descubierto señales para llevarnos
a repensar nuestro modo de vivir y convivir; nuestra forma de
vincularnos con ella y de sostenernos en el lugar personal dentro del
contexto global, acompañando los cambios y asumiendo nuestras
responsabilidades para sustentar la vida planetaria.
Es
muy importante poder recalibrar nuestro modo de mirar, de captar lo
esencial en nuestras costumbres de convivencia con todo nuestro
entorno.
Y
entonces surgen algunas preguntas más:
*¿Qué
es lo prioritario en lo cotidiano?
*¿Cuáles
son nuestras necesidades vitales?
*¿Cuánto
de lo que ocurre con la naturaleza es parte de la acción
humana y cuánto es parte del movimiento natural de la vida?
¿Podemos reconocerlas diferencias?
Y
aquí aparece una nueva reflexión vinculada al camino
solitario de la evolución personal y a la relación con
el mundo que nos rodea, es decir, lo comunitario.
En
el espacio de silencio personal, a través de nuestra mirada
despojada de interferencias, se produce el despertar de la
conciencia, el reconocimiento de quiénes somos y cuál
es el sentido de nuestra propia existencia. Es allí, donde al
corrernos del ego podemos mirarnos y evaluarnos correctamente para
luego salir de esa soledad y vincularnos con los demás desde
una visión de nosotros mismos con claridad de conciencia.
En
la vida, lo solitario y lo comunitario se alternan constantemente;
ambos espacios de vida son esenciales; la soledad, para activar la
mirada interna desprovista de ego,y lo comunitario, para brindarnos
generosamente a los demás con autenticidad, después de
reconocernos en el silencio. Es esta danza armoniosa entre lo
solitario y lo comunitario la que rescatará la luz de la
convivencia planetaria.
Las
tormentas y nuestro modo de ser
A
lo largo de la vida hemos transitado muchas tormentas; tormentas que
sacudieron nuestro micro universo personal y otras, que sacudieron
todo el mundo conocido, como las que vivimos en este “2020”.
Las
tormentas ocurren por algo, para algo… y lo que aparentemente
evaluamos como destrucción, tal vez nos esté mostrando
la necesidad de cambios.
Las
tormentas pueden ocurrir en diferentes dimensiones, la física
que afecta el mundo material y la que se manifiesta en las
dimensiones sutiles del mundo interno. Muchas veces, ambas están
vinculadas.
Algunas
tormentas dependen de factores externos; otras, son provocadas por
nuestras actitudes, hábitos y acciones.
En
todos los casos, lo importante es aprender a transitarlas, porque -al
caminarlas- seguimos caminado la vida ypodremos ver la claridad que
nos aguarda después dela tormenta.
Las
tormentas cierran puertas y abren otras nuevas. Cada puerta que se
cierra nos invita al desapego con sabiduría; cada puerta que
se abre, nos conecta con un nuevo ritmo vital.
Y
aunque las tormentas nublen la visión y perturben nuestras
miradas,las posibilidades de lograr claridad están en ese
espacio solitario y silencioso delmundo interno, donde se aloja la
sabiduría que fluye desde la esencia. Desde allí
logramos ver más allá de las apariencias; desde allí
sostenemos la claridad de nuestra visión, y es allí,
donde están las respuestas.Nuestra entrega sincera y completa
al mundo de la sabiduríanos mostrará la belleza de lo
verdadero, de lo simple y lo genuino.
Estamos
en el umbral de un nuevo modo de habitar este planeta; es el comienzo
de un nuevo tiempo. Démoslela bienvenida al cambio de
paradigma y renovemos la esperanza, la fe y la alegría que
despierta la libertad de ser.
Esther
Mónica Shocron Benmuyal
Embajadora
de Paz
Distinción
otorgada por Mil Milenios de Paz y Fundación Paz, Ecología
y Arte
http://alaluzdelavida.blogspot.com
http://semillasluzparalavida.blogspot.com
alaluzdelavida@gmail.com
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